Yo soy ese sitio no descrito ni dibujado del que nunca salgo; que nadie diga que he sido empujado o fui confinado.
Aquí no existen el confort ni el tiempo, tampoco los valores ajenos u objetivos; mucho menos habitan los colores del óxido ni las palabras que incitan al odio. Miento si escribo que la felicidad habita este sitio conmigo; la felicidad fortuita e invidente yace muerta a las puertas del olvido. El olvido es infaliblemente el método de supervivencia social que aplica todo ser que deliberadamente se enuncia en la práctica como auténticamente libre, cuerdo y anti- religiosamente vivo.
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